Nombre científico: Azorina vidalii
Sinonimia: Campanula vidalii
Nombres populares: Vidalia, Azorina
Familia: Campanulaceae
Categoría: Flores Perennes
Clima: mediterráneo, oceánico, templado
Fuente: Azores, Europa
Altura: 0,9 a 1,2 metros
Luz: Pleno sol
Ciclo de Vida: Perenne
El Vidalia es una especie herbácea y floríferas, endémica de las Azores. Su porte es arbustivo, llegando a 1 metro de altura. Las hojas son glabras, lanceoladas a linear verde oscuro o verde bronceado. En sus inflorescencias terminales erectos y colgantes, flores cerosas surgir, y delicadas, y el blanco campanulado corola de color rosa. Florece dos veces al año, en primavera y otoño.
A pesar de la delicada belleza y singular de sus flores, curiosamente esta planta rara vez se cultiva como ornamental. Se trata de una especie protegida por el Convenio de Berna y la Directiva sobre hábitats, debido al alto riesgo de extinción. Es el único género endémico de las Azores y una de las más bellas especies de las islas.
Es tolerante a la niebla salina y la salinidad. En su hábitat, principalmente crece en las grietas de los acantilados costeros, sino también rebajes de laderas escarpadas con depósitos de arena, siempre en lugares expuestos a merced de la intemperie. También aparece en los techos y paredes en vano. Debe ser cultivado a pleno sol, en suelos drenable, rocosos o arenosos y enriquecido con materia orgánica. Crece incluso en suelos pobres. Se propaga por semillas.
Sinonimia: Campanula vidalii
Nombres populares: Vidalia, Azorina
Familia: Campanulaceae
Categoría: Flores Perennes
Clima: mediterráneo, oceánico, templado
Fuente: Azores, Europa
Altura: 0,9 a 1,2 metros
Luz: Pleno sol
Ciclo de Vida: Perenne
El Vidalia es una especie herbácea y floríferas, endémica de las Azores. Su porte es arbustivo, llegando a 1 metro de altura. Las hojas son glabras, lanceoladas a linear verde oscuro o verde bronceado. En sus inflorescencias terminales erectos y colgantes, flores cerosas surgir, y delicadas, y el blanco campanulado corola de color rosa. Florece dos veces al año, en primavera y otoño.
A pesar de la delicada belleza y singular de sus flores, curiosamente esta planta rara vez se cultiva como ornamental. Se trata de una especie protegida por el Convenio de Berna y la Directiva sobre hábitats, debido al alto riesgo de extinción. Es el único género endémico de las Azores y una de las más bellas especies de las islas.
Es tolerante a la niebla salina y la salinidad. En su hábitat, principalmente crece en las grietas de los acantilados costeros, sino también rebajes de laderas escarpadas con depósitos de arena, siempre en lugares expuestos a merced de la intemperie. También aparece en los techos y paredes en vano. Debe ser cultivado a pleno sol, en suelos drenable, rocosos o arenosos y enriquecido con materia orgánica. Crece incluso en suelos pobres. Se propaga por semillas.
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