Sustrato
El sustrato, o mantillo tradicional, para las epífitas que se plantan en macetas o se colocan en cestos es una combinación de piedra partida, trozos de corteza, carbón vegetal, perlita, o algún material equivalente que permita generar un ambiente muy esponjoso y aireado para las raíces. Esta mezcla debe estar compuesta por trozos pequeños y se puede colocar en las siguientes proporciones: 30% de corteza, 20% de carbón vegetal, 20% de trozos de madera (en algunos casos se puede usar gomaespuma), 10% de perlita y 20% de piedra partida.
El tamaño de los componentes utilizados guarda relación con el de la planta y el grosor de sus raíces. Así, para orquídeas como las vandas o las blfrenarias que poseen raíces gruesas, se recomienda usar trozos de madera, carbón y piedra partida de 2 o 3cm de diámetro. En cambio, para plantas más pequeñas con raíces más finas, como las mlltonlas, éstos deben ser menores a 1cm.
Fertilización
En general, las orquídeas hacen un uso muy eficiente de los nutrientes gracias a la interacción de sus raíces con hongos simbiontes. Por lo tanto, el empleo de fertilizantes en estos casos no es tan requerido. Sin embargo, existen productos específicos para este tipo de plantas, algunos de aplicación follar y otros sólidos de liberación lenta. Dado que no existen reglas fijas en esta práctica, hay quienes optan por hacerlo solamente durante el período de crecimiento, otros durante todo el año en pequeñas dosis y otros no los utilizan nunca.
Cuando se fertiliza, siempre es conveniente usar una dosis menor a la recomendada en los productos, para evitar que se quemen las hojas y para experimentar cuál es el método que mejor se ajusta a las necesidades de nuestras orquídeas. Además, se aconseja no hacerlo en el invierno, ya que la actividad de las plantas se reduce con el frío, y emplear una fórmula que contenga cantidades equivalentes de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), en una proporción 18-18-18 y disuelto en agua de riego o pulverizado en las hojas. Se debe regar el día previo a la aplicación, y al fertilizar hay que procurar que las plantas no reciban luz directa del sol, ni, altas temperaturas para evitar quemaduras en las hojas.
El sustrato, o mantillo tradicional, para las epífitas que se plantan en macetas o se colocan en cestos es una combinación de piedra partida, trozos de corteza, carbón vegetal, perlita, o algún material equivalente que permita generar un ambiente muy esponjoso y aireado para las raíces. Esta mezcla debe estar compuesta por trozos pequeños y se puede colocar en las siguientes proporciones: 30% de corteza, 20% de carbón vegetal, 20% de trozos de madera (en algunos casos se puede usar gomaespuma), 10% de perlita y 20% de piedra partida.
El tamaño de los componentes utilizados guarda relación con el de la planta y el grosor de sus raíces. Así, para orquídeas como las vandas o las blfrenarias que poseen raíces gruesas, se recomienda usar trozos de madera, carbón y piedra partida de 2 o 3cm de diámetro. En cambio, para plantas más pequeñas con raíces más finas, como las mlltonlas, éstos deben ser menores a 1cm.
Fertilización
En general, las orquídeas hacen un uso muy eficiente de los nutrientes gracias a la interacción de sus raíces con hongos simbiontes. Por lo tanto, el empleo de fertilizantes en estos casos no es tan requerido. Sin embargo, existen productos específicos para este tipo de plantas, algunos de aplicación follar y otros sólidos de liberación lenta. Dado que no existen reglas fijas en esta práctica, hay quienes optan por hacerlo solamente durante el período de crecimiento, otros durante todo el año en pequeñas dosis y otros no los utilizan nunca.
Cuando se fertiliza, siempre es conveniente usar una dosis menor a la recomendada en los productos, para evitar que se quemen las hojas y para experimentar cuál es el método que mejor se ajusta a las necesidades de nuestras orquídeas. Además, se aconseja no hacerlo en el invierno, ya que la actividad de las plantas se reduce con el frío, y emplear una fórmula que contenga cantidades equivalentes de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), en una proporción 18-18-18 y disuelto en agua de riego o pulverizado en las hojas. Se debe regar el día previo a la aplicación, y al fertilizar hay que procurar que las plantas no reciban luz directa del sol, ni, altas temperaturas para evitar quemaduras en las hojas.