Riego
Lo primero que debemos verificar es que haya buen drenaje, es decir, que salga el agua por los agujeros inferiores cuando regamos. Para ello se deben colocar en el fondo piedritas partidas, trocitos de cerámica, leca o algún material equivalente.
El principal error es el riego en exceso y el segundo la falta de luz. El agua estancada dentro de la maceta o del portamaceta decorativo que la contiene es mortal: pudre las raíces y la planta muere Irremediablemente.
En estas condiciones, los hongos que viven latentes en el suelo aprovechan la oportunidad y colonizan las raíces y el cuello del ejemplar. Los síntomas por exceso de agua son variados, pero uno de los más típicos se manifiesta cuando las hojas se vuelven amarillas-amarrona-das y luego caen.
La mejor forma de saber si es necesario regar consiste en meter el dedo en el sustrato y comprobar si está seco o húmedo.
En la mayoría de los casos, se requiere un riego abundante, dejando que la tierra se seque antes de realizar la siguiente regada.
Lo primero que debemos verificar es que haya buen drenaje, es decir, que salga el agua por los agujeros inferiores cuando regamos. Para ello se deben colocar en el fondo piedritas partidas, trocitos de cerámica, leca o algún material equivalente.
El principal error es el riego en exceso y el segundo la falta de luz. El agua estancada dentro de la maceta o del portamaceta decorativo que la contiene es mortal: pudre las raíces y la planta muere Irremediablemente.
En estas condiciones, los hongos que viven latentes en el suelo aprovechan la oportunidad y colonizan las raíces y el cuello del ejemplar. Los síntomas por exceso de agua son variados, pero uno de los más típicos se manifiesta cuando las hojas se vuelven amarillas-amarrona-das y luego caen.
La mejor forma de saber si es necesario regar consiste en meter el dedo en el sustrato y comprobar si está seco o húmedo.
En la mayoría de los casos, se requiere un riego abundante, dejando que la tierra se seque antes de realizar la siguiente regada.