Botánica
En estado silvestre el cordiline no sobrepasa los tres metros de altura. Sus hojas son ovales, largas, de unos 30 cm, que se asientan sobre un largo y fuerte peciolo. Lucen unos colores brillantes en tonos verdes, rojizos, rosas y amarillos. Su nervios centrales están muy pronunciados. El tallo es fino, de unos 15 mm de anchura.
Especies y Variedades
Las Cordylines pertenecen a la familia de las agaváceas. La especie más popular que se cultiva como interior es Cordyline terminalis, originaria de Asia tropical. Sus hojas anchas son de un verde brillante. Algunas variedes, como la "Tricolor" poseen unos matices en rosa, amarillo y crema. De follaje verde bronce es la variedad "Red Edge", con los bordes en rojo carmín.
Cordyline rubra posee unas hojas de 5 cm de ancho y 35 cm de longitud. Su color es verde oscuro, con el reverso en marrón rojizo. Otra especie de cordiline es la fruticosa, que se cultiva en sitios calientes y húmedos.
La Cordyline stricta es originaria de Australia, y se caracteriza por tenet unas hojas más estrechas.
Exigencias
Estas plantas necesitan un ambiente muy húmedo, y caliente. En primavera se trasplantan a un tieso mayor con mantillo y arena o tierra de jardín. Su cultivo es fácil.
Cuidados
El clima más adecuado para el cultivo de cordilines es una temperatura de 16-18°C, con una situación de luz abundante, pero sin sol directo. En verano se pueden sacar los tiestos a la terraza en un lugar a la sombra.
Los riegos deben ser abundantes en el verano y moderados durante el invierno. Conviene pulverizar las hojas y el ambiente con frecuencia, pues necesita mucha humedad. El sustrato mejor es una mezcla de arena y mantillo de hoja, con un poco de tierra de jardín.
Multiplicación
Se multiplican por división de esquejes de tallo que se plantan de forma horizontal sobre un sustrato caliente. También se pueden reproducir por semillas, pero es más difícil. La época mejor es entre enero y febrero.
Problemas
Los cordilines pueden ser atacados por plagas de ácaros, cochinillas y trips. También son muy sensibles a la sequedad de las calefacciones.
En estado silvestre el cordiline no sobrepasa los tres metros de altura. Sus hojas son ovales, largas, de unos 30 cm, que se asientan sobre un largo y fuerte peciolo. Lucen unos colores brillantes en tonos verdes, rojizos, rosas y amarillos. Su nervios centrales están muy pronunciados. El tallo es fino, de unos 15 mm de anchura.
Especies y Variedades
Las Cordylines pertenecen a la familia de las agaváceas. La especie más popular que se cultiva como interior es Cordyline terminalis, originaria de Asia tropical. Sus hojas anchas son de un verde brillante. Algunas variedes, como la "Tricolor" poseen unos matices en rosa, amarillo y crema. De follaje verde bronce es la variedad "Red Edge", con los bordes en rojo carmín.
Cordyline rubra posee unas hojas de 5 cm de ancho y 35 cm de longitud. Su color es verde oscuro, con el reverso en marrón rojizo. Otra especie de cordiline es la fruticosa, que se cultiva en sitios calientes y húmedos.
La Cordyline stricta es originaria de Australia, y se caracteriza por tenet unas hojas más estrechas.
Exigencias
Estas plantas necesitan un ambiente muy húmedo, y caliente. En primavera se trasplantan a un tieso mayor con mantillo y arena o tierra de jardín. Su cultivo es fácil.
Cuidados
El clima más adecuado para el cultivo de cordilines es una temperatura de 16-18°C, con una situación de luz abundante, pero sin sol directo. En verano se pueden sacar los tiestos a la terraza en un lugar a la sombra.
Los riegos deben ser abundantes en el verano y moderados durante el invierno. Conviene pulverizar las hojas y el ambiente con frecuencia, pues necesita mucha humedad. El sustrato mejor es una mezcla de arena y mantillo de hoja, con un poco de tierra de jardín.
Multiplicación
Se multiplican por división de esquejes de tallo que se plantan de forma horizontal sobre un sustrato caliente. También se pueden reproducir por semillas, pero es más difícil. La época mejor es entre enero y febrero.
Problemas
Los cordilines pueden ser atacados por plagas de ácaros, cochinillas y trips. También son muy sensibles a la sequedad de las calefacciones.
