Una técnica rápida y sencilla
Un acuario o pecera grande, te dará la oportunidad de combinar varias especies. Procura que todas tengan las mismas exigencias y alturas, resulta muy decorativa, lo mismo que las suculentas como crasula, echeveria, agave, sedun. O bien, maranta, fitonia, begonia rex, tradescantia y peperomia. Recuerda que las plantas deben
estar desarrolladas y bien arraigada antes de pasarlas al terrarium.
Coloca en el fondo del recipiente una fina capa de grava, encima carbón vegetal y, por último la tierra (especial para cactus, especial para plantas de interior o crasas). La altura de las tres capas no debe sobrepasar un tercio de la del recipiente. Si la boca es estrecha, deja caer la tierra con un embudo de papel.
Puedes darle el aspecto final que desees, creando pequeñas montañas y valles, según posibilidades.
Coloca en los mejores sitios las plantas permanentes y deja el resto para las de temporada.
En las botellas de cuello pequeño, tendrás que hacer los hoyos valiéndote de un palito largo y luego meter las plantas con pinzas o dejándolas caer en él. Cubre y aprisiona las raíces sirviéndote de una cucharilla de mango largo.
Un acuario o pecera grande, te dará la oportunidad de combinar varias especies. Procura que todas tengan las mismas exigencias y alturas, resulta muy decorativa, lo mismo que las suculentas como crasula, echeveria, agave, sedun. O bien, maranta, fitonia, begonia rex, tradescantia y peperomia. Recuerda que las plantas deben
estar desarrolladas y bien arraigada antes de pasarlas al terrarium.
Coloca en el fondo del recipiente una fina capa de grava, encima carbón vegetal y, por último la tierra (especial para cactus, especial para plantas de interior o crasas). La altura de las tres capas no debe sobrepasar un tercio de la del recipiente. Si la boca es estrecha, deja caer la tierra con un embudo de papel.
Puedes darle el aspecto final que desees, creando pequeñas montañas y valles, según posibilidades.
Coloca en los mejores sitios las plantas permanentes y deja el resto para las de temporada.
En las botellas de cuello pequeño, tendrás que hacer los hoyos valiéndote de un palito largo y luego meter las plantas con pinzas o dejándolas caer en él. Cubre y aprisiona las raíces sirviéndote de una cucharilla de mango largo.