BOTANICA
La casia es una planta arbustiva de hoja perenne que florece desde mediados de junio hasta el mes de octubre. Sus hojas son compuestas, alternas, paripinnadas y con estípulas. Su color es de un verde oscuro brillante. Pero sin duda lo más característico son sus flores en todas las tonalidades del amarillo y dorado. Se reúnen en racimos y cuelgan de las ramas. También existen variedades con flores de pétalos rosa. Sus frutos son aprovechados muchas veces para adornos de flores secas para Navidad. Aparecen entre noviembre y diciembre, y se trata de unas bayas muy decorativas.
ESPECIES Y VARIEDADES
El arbusto más apreciado de esta especie es la C.corymbosa, de unos tres metros de altura. En junio se llena de bonitos racimos de florecillas amarillas en un tono muy intenso. Otra especie es la C.moscata, que no supera los dos metros de altura. Florece un poco más tarde, en julio, con unos ramí-lletes amarillos, difuminados por dentro en color púrpura. La C. tomentosa, destaca por sus flores en amarillo claro, y la C.marylandica, es la más baja de altura. Florece entre julio y septiembre en climas templados. Por último la C.nodosa mide unos tres metros de altura. Es bastante común en parques y jardines urbanos porque se adapta muy bien a la atmósfera de las grandes ciudades. Su floración dura todo el verano.
CUIDADOS
La casia presenta un cultivo fácil. Necesita un clima cálido o templado, según la especie, con temperaturas entre los 20 y 30°C. No resiste las heladas. Su exposición debe ser al sol prácticamente durante todo el día, pero en zonas resguardadas del viento o de las fuertes corrientes de aire frío. A partir de noviembre en las zonas de clima más frío, conviene proteger el sustrato con una capa de ferra de brezo y hojas secas. Los riegos deben ser cada cuatro o cinco días, con agua tibia. El sustrato más adecuado es uno permeable, con fierra de jardín y algo de arena. Si se cultiva en macetero es necesario colocar una capa de gravilla en el fondo.
EXIGENCIAS
Esta planta arbustiva necesita un fertilizante líquido en el agua de riego durante la floración, y en otoño abono orgánico en polvo. En noviembre conviene practicarle una poda ligera de las ramas que han dejado de florecer.
MULTIPLICACION
Esta planta se multiplica por semillas en la primavera y también
por la plantación de estacas herbáceas que enraizan en un invernadero.
PROBLEMAS
No suelen presentar graves problemas de cultivo. A veces son atacadas por babosas, pulgones y araña roja
La casia es una planta arbustiva de hoja perenne que florece desde mediados de junio hasta el mes de octubre. Sus hojas son compuestas, alternas, paripinnadas y con estípulas. Su color es de un verde oscuro brillante. Pero sin duda lo más característico son sus flores en todas las tonalidades del amarillo y dorado. Se reúnen en racimos y cuelgan de las ramas. También existen variedades con flores de pétalos rosa. Sus frutos son aprovechados muchas veces para adornos de flores secas para Navidad. Aparecen entre noviembre y diciembre, y se trata de unas bayas muy decorativas.
ESPECIES Y VARIEDADES
El arbusto más apreciado de esta especie es la C.corymbosa, de unos tres metros de altura. En junio se llena de bonitos racimos de florecillas amarillas en un tono muy intenso. Otra especie es la C.moscata, que no supera los dos metros de altura. Florece un poco más tarde, en julio, con unos ramí-lletes amarillos, difuminados por dentro en color púrpura. La C. tomentosa, destaca por sus flores en amarillo claro, y la C.marylandica, es la más baja de altura. Florece entre julio y septiembre en climas templados. Por último la C.nodosa mide unos tres metros de altura. Es bastante común en parques y jardines urbanos porque se adapta muy bien a la atmósfera de las grandes ciudades. Su floración dura todo el verano.
CUIDADOS
La casia presenta un cultivo fácil. Necesita un clima cálido o templado, según la especie, con temperaturas entre los 20 y 30°C. No resiste las heladas. Su exposición debe ser al sol prácticamente durante todo el día, pero en zonas resguardadas del viento o de las fuertes corrientes de aire frío. A partir de noviembre en las zonas de clima más frío, conviene proteger el sustrato con una capa de ferra de brezo y hojas secas. Los riegos deben ser cada cuatro o cinco días, con agua tibia. El sustrato más adecuado es uno permeable, con fierra de jardín y algo de arena. Si se cultiva en macetero es necesario colocar una capa de gravilla en el fondo.
EXIGENCIAS
Esta planta arbustiva necesita un fertilizante líquido en el agua de riego durante la floración, y en otoño abono orgánico en polvo. En noviembre conviene practicarle una poda ligera de las ramas que han dejado de florecer.
MULTIPLICACION
Esta planta se multiplica por semillas en la primavera y también
por la plantación de estacas herbáceas que enraizan en un invernadero.
PROBLEMAS
No suelen presentar graves problemas de cultivo. A veces son atacadas por babosas, pulgones y araña roja
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