Construyendo canteros para el jardín de la terraza
Para tal efecto nos proveeremos de tablones de 1 ó 2 pulgadas de espesor por 25 ó 30 centímetros de ancho y del largo adecuado al cantero que queramos construir.
Primeramente por el lado que dejaremos próximo a la tierra, pintaremos los tablones con alquitrán, a fin de evitar que éstos se deterioren con la humedad. Luego, con pinturas que vienen preparadas para el caso, aplicaremos varias manos sobre la azotea a fin de impermeabilizar la misma.
Uniendo los tablones con tornillos de bronce para que no se oxiden, formaremos los canteros, teniendo presente que debemos hacer, cada diez o quince centímetros, algunos orificios que lúego taparemos con trozos de piedras, a fin de permitir la salida del agua de riego.
La cantidad de tierra que utilicemos nos permitirá obtener plantas de las más variadas calidades, ya que con una altura de 25 cms. que tienen los tablones, nos dará la misma cantidad en el espesor del cantero.
Ponga de su parte un poco de ingenio y podrá tener tantas flores como si estuviera en la campaña, teniendo en la ciudad un sitio de agradable esparcimiento.
Para tal efecto nos proveeremos de tablones de 1 ó 2 pulgadas de espesor por 25 ó 30 centímetros de ancho y del largo adecuado al cantero que queramos construir.
Primeramente por el lado que dejaremos próximo a la tierra, pintaremos los tablones con alquitrán, a fin de evitar que éstos se deterioren con la humedad. Luego, con pinturas que vienen preparadas para el caso, aplicaremos varias manos sobre la azotea a fin de impermeabilizar la misma.
Uniendo los tablones con tornillos de bronce para que no se oxiden, formaremos los canteros, teniendo presente que debemos hacer, cada diez o quince centímetros, algunos orificios que lúego taparemos con trozos de piedras, a fin de permitir la salida del agua de riego.
La cantidad de tierra que utilicemos nos permitirá obtener plantas de las más variadas calidades, ya que con una altura de 25 cms. que tienen los tablones, nos dará la misma cantidad en el espesor del cantero.
Ponga de su parte un poco de ingenio y podrá tener tantas flores como si estuviera en la campaña, teniendo en la ciudad un sitio de agradable esparcimiento.
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