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Jardinería y Terapias

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sábado, 18 de junio de 2011

El Jardín de la casa


El jardín del hogar

A la hora de hablar de las plantas de interior no podemos generalizar y decir que determinada planta se cultiva bajo techo, puesto que el que una planta sea de interior o de jardín no depende más que del clima de la región donde nos encontremos.

Una misma planta puede alcanzar portes de árbol o arbusto en regiones de clima cálido, mientras que en zonas con clima más riguroso tienen que cultivarse en el interior alcanzando portes más pequeños, aunque no por ello su belleza se ve mermada.

Es fácil oír comentarios como " a mí no se me dan bien las plantas" o "yo no tengo mano para las plantas". Y esto no es otra cosa que la mala elección de un determinado ejemplar para un rincón.

En general las plantas que se eligen para interior tienen procedencia tropical, por consiguiente necesitan ambientes húmedos, cálidos y donde el sol no incida directamente.

Determinados síntomas como la caída y amarilleo de hojas puede llevarnos a pensar que esta planta está afectada por alguna plaga o enfermedad. La mayoría de las veces estos síntomas se deben a una mala localización de la planta, haciendo que esta se defienda tirando sus propias hojas, a las que no puede mantener. Lo que debemos hacer en estos casos es cambiar a la planta de sitio y ver cómo reacciona. Únicamente tenemos que ser pacientes y debemos esperar como mínimo una semana para sacar nuestras propias conclusiones.

Un consejo importante para mantener las plantas de interior en todo su esplendor, es seguir las instrucciones de los especialistas para su cultivo, así pues si queremos mantener una violeta africana (Saintpaulia ionantha) o un ciclamen (Cyclamen), el truco radica en situar las plantas en lugares muy luminosos y realizar riegos por absorción, es decir, rellenando el recipiente sobre el que se encuentra la maceta y dejar que las raíces sean las que adquieran el agua cuando la necesiten.

En ambos casos debemos evitar el contacto directo del agua con las hojas.

lunes, 23 de mayo de 2011

Tradescantia virginiana


Nombre científico
Tradescantia virginiana.

Origen
América.

Clima
Templado o cálido. No telera fríos intensos.

Descripción
Planta herbácea, erguida o rastrera, con raíces fibrosas, glabra o levemente pubescente. Hojas lineal a lanceoladas, glabras, vellosas, que envuelven el tallo. Las flores, de color azul-violáceas, purpúreas o blancas, están dispuestas en cimas protegidas por brácteas. El fruto es una cápsula. Se multiplica por gajos o división de matas en el otoño y a principios de la primavera.

Suelo
Aunque esta especie tolera suelos compactos y pobres, necesita buen drenaje.

Usos
Es una planta con crecimiento muy vigoroso e invasora, ideal para lugares sin sol directo. Se la usa generalmente como cubresuelos.

Cuidados
Es bastante resistente a plagas y enfermedades. Se debe proteger del frío. Es conveniente realizar una poda en'la primavera para rejuvenecer a la planta y promover una mayor floración.

viernes, 20 de mayo de 2011

Camalote - Eichhornia crassipes


Nombre científico
Eichhornia crassipes.

Origen
Amazonas y toda América del Sur.

Clima
Templado y cálido. No resiste los inviernos fríos salvo que esté protegida.

Descripción
Planta perenne, rizomatosa, arrosetada, flotante, provista de unas raíces negras muy notables. Con hojas aovadas de color verde brillante, carnosas, con pecíolos vejigosos que le permiten mantenerse sobre la superficie. Las flores son grandes, color rosado a lila, con manchas amarillas, dispuestas en espigas erguidas, protegidas por una espata basal poco desarrollada. El fruto es una cápsula. Se propaga por división de rizomas, de matas y por semillas.

Suelo
Cuando se lleva un camalote a un contenedor, es recomendable que al menos tenga 20cm de profundidad, en la base se requiere de una buena cama o base de turba.

Usos
Al ser una especie sumamente ¡nvasora, se la utiliza para espacios contenidos como estanques o acuarios, ya que en ríos y arroyos puede constituir verdaderos islotes al reproducirse e impedir su normal curso. Sus raíces sirven como lugar de desove, alimento y protección de peces pequeños.

Cultivo
Crece muy bien en estanques donde se destaca su espectacular floración a fines del verano.

Cuidados
En el invierno se debe proteger de los fríos intensos, en el verano es necesario extraer individuos porque en un estanque se vuelve muy invasora.

lunes, 16 de mayo de 2011

Retama de Escobas - Sarothamnus scoparius


Nombre científico
Sarothamnus scoparius.

Origen
Europa y Asia.

Clima
Se desarrolla bien en climas templados y fríos, soporta heladas y nevadas. Se cultiva a pleno sol o media sobra.

Descripción
Arbusto caduco, alto, con tallos siempre verdes de sección angulosa. Sus hojas son pequeñas, simples en la parte superior y trifoliadas en la base. Las flores axilares son grandes, solitarias o agrupadas en pares, de color amarillo muy intenso, o combinadas rojas y amarillas. El fruto es una vaina chata, negra y pubescente. Se multiplica por semillas en la primavera y por estacas en el verano.

Suelo
Prefiere los calcáreos, en claros de bosque con suelo fresco y relativamente profundo, arenosos y muy bien drenados.

Usos
Es ideal para utilizar como individuo aislado o en grupos y para formar setos. Soporta podas y vientos intensos.

Cultivo
Por su espectacular floración, es extensamente cultivada en la región cordillerana.

Cuidados
Se recomienda abonar con materia orgánica a comienzos de la primavera. También conviene realizar una poda de limpieza para clarificar la mata y evitar que se vea desprolija. Los riegos deben ser moderados, si se cultiva en sectores muy húmedos puede ser atacada por hongos del suelo.

sábado, 5 de marzo de 2011

Desarrollo de las Plantas


El otoño es la época del año en que madura la mayoría de los frutos y es también la estación en que se recogen frutos y semillas para el invierno.

Los granos ya deben haber sido sembrados para que en la primavera siguiente, a veces lejos de la planta madre, hagan su aparición otras plantas. Si los frutos no contienen más que una sola semilla, es suficiente con diseminarlos. En cambio, si encierran muchas semillas, es necesario diseminar éstas por separado.

Las plantas silvestres aseguran la dispersión de sus semillas de diferentes maneras: hacen uso del viento, del agua, de la piel de los animales y hasta de medios técnicos que les son ofrecidos por el hombre. La ilustración reproduce muchos ejemplos típicos que prueban, una vez más, el ingenio de la naturaleza para asegurar la propagación de las especies.

Son muchas las plantas cuyos frutos y simientes son llevados lejos por el viento. Generalmente estos frutos son pequeños y están dispuestos para el vuelo (amargón y arce), pues parecen estar dotados de alas y de paracaídas. Algunos frutos estallan con fuerza cuando el tiempo es seco y dispersan así sus granos. Otros espolvorean sus semillas (adormidera): sus frutos podrían ser comparados a nuestros saleros.

Si recorremos las dunas y los campos secos en el verano, nuestras ropas se cubren rápidamente de semillas diversas, que se adhieren a la tela, como los viajeros clandestinos trepan a un tren o a un camión (abrojos, tréboles). El agua asegura, en algunos casos, la dispersión de las semillas.

Los cocos pueden ser llevados, por ejemplo, de una isla a otra por la fuerza de las olas. Se convierten entonces en verdaderas embarcaciones a las que les faltan, sin embargo, los medios de propulsión. Por último, no podemos olvidar el papel importante que desempeña el hombre en la dispersión de las plantas y semillas, papel que a veces cumple inconscientemente.

jueves, 3 de marzo de 2011

Reproducción Sexual de las Plantas


La multiplicación asexual es la forma más primitiva para la continuación de la especie. En cambio, la sexual es una forma superior de multiplicación. Las plantas se reproducen también de esta manera.

Para hacer posible la reproducción sexual, las flores se han asegurado a veces la colaboración de seres vivos. En realidad las flores constituyen la envoltura de los órganos sexuales de la planta; algunas sólo poseen órganos masculinos y otras solamente tienen órganos femeninos: son las flores unisexuales.

Cuando una planta posee simultáneamente flores masculinas y femeninas, decimos que es monoica. Puede darse el caso de que las flores femeninas estén sobre un pie diferente del que sostiene las flores masculinas; entonces la planta es dioica. Las flores que tienen los órganos de los dos sexos son bisexuales.

El botón de oro o ranúnculo (Ranunculus), que se encuentra prácticamente en todas las praderas, es una flor bisexual, es decir, completa. Los órganos reproductores están representados separadamente y con aumento; el sexo masculino se indica en rojo y el femenino en azul. El órgano femenino está constituido por el óvulo con el pistilo y los estigmas; el órgano masculino, por el estambre con la antera, bolsita que contiene el polen.

En primavera, cuando las ramas de la mayoría de los árboles se ven todavía desnudas, las ramas del sauce se cubren de flores de dos clases: unas de color gris verdoso, las otras amarillo fuerce.

Como estas dos especies de flores no están sobre el mismo pie, decimos que el sauce es dioico. Las flores femeninas se hallan formadas por un conjunto de pequeñas flores integradas por un pistilo con óvulo y dos estigmas. Las flores masculinas están constituidas por flores pequeñas con dos estambres adheridos a un pequeño penacho velludo.

El sauce es, pues, unisexual y dioico, y la fecundación de una flor con polen de la misma planta está excluida. En este caso, son los insectos los que aseguran la polinización.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Reproducción asexual de las Plantas


Toda la vida es perecedera y cesa luego de un tiempo más o menos largo. Pero fuera de la muerte natural, los organismos pueden tener fin por accidente, es decir, ser víctimas de otros seres vivos o de circunstancias desfavorables.

La vida concluiría rápidamente sobre el planeta si los seres vivos no tuvieran la facultad de reproducción o de multiplicación; y existe, por cierto, más de un medio para la reproducción de la especie.

Algunos organismos inferiores se dividen en dos y cada una de estas mitades lleva vida independiente. En cambio, otros organismos animales dejan que su cuerpo se cubra con nuevos organismos.

En el reino vegetal las formas inferiores no son las únicas que se reproducen de manera asexual. Hay plantas superiores que poseen también este medio de reproducción. Cuando el jardinero planta brotes, está sirviéndose del poder de regeneración para conseguir individuos jóvenes y nuevos.

La reproducción de numerosas plantas se realiza de esta manera, utilizando retoños (arriba, izquierda). La fresa se multiplica por acodadura, es decir, que algunos tallos que todavía pertenecen a la planta madre, tocan el suelo, echan raíz y dan nacimiento a un nuevo individuo.

Otros vegetales se reproducen por medio de tubérculos, en los cuales se han acumulado reservas, por ejemplo la papa. De los ojos de la papa salen brotes que dan nacimiento a las partes aéreas y a las subterráneas de un nuevo ser. Este modo de reproducción se llama multiplicación vegetativa.

En muchos casos se comprueba, sin embargo, que en el reino vegetal hay células particulares, encargadas de la creación de otro individuo. Puede suceder, igualmente, en el caso de una multiplicación asexual de vegetales, que una nueva planta nazca de una sola célula. Nos encontramos entonces en presencia de una reproducción por esporos.

Así, un objeto dejado en una habitación abandonada puede cubrirse con una capade moho. Al soplar sobre ésta volará una pequeña nube de polvo compuesta por esporos de moho. Si la casualidad quiere que esos esporos caigan en lugar favorable, nacerán entonces nuevos hongos criptogámicos.

viernes, 25 de febrero de 2011

Las comunidades de Plantas


Los animales no son los únicos que viven en grupos, comunidades o colonias. Las plantas hacen lo mismo, y quien observa la naturaleza con atención sabe que las características del suelo y las particularidades topográficas no son las únicas que definen el carácter de un paisaje, sino que también contribuye a ello el conjunto de la flora.

Dicho de otra manera, la vegetación tiene también una gran importancia. Aunque el hombre haya modificado considerablemente el paisaje, construyendo fábricas y trazando caminos donde antes sólo había bosques y malezas, todos podemos comprobar aún, sin mayor esfuerzo, que la vegetación difiere según los lugares.

Se pueden distinguir varios tipos de vegetación, según nos encontremos en un bosque, entre malezas, en un campo de pastoreo o en una planicie cubierta de musgo. Digamos además que los bosques difieren entre sí: un bosque de hayas es más sombrío que un bosque de encinas o de abetos; tan sombrío, que pocas plantas pueden vivir en él.

La ilustración representa un bosque con diferentes especies vegetales. Hay en él claros, y las cimas de los árboles no se unen arriba hasta formar un techo de follaje (abajo). Numerosas plantas conviven con estos árboles: arándanos, hongos, heléchos, etcétera.

En la actualidad hay una nueva rama de la botánica que se ocupa de estudiar las asociaciones de las plantas; esta ciencia nueva se llama sociología de las plantas o ciencia de la vegetación. Un bosque de hayas, un bosque de abetos, un bosque con diversas variedades, son ejemplos de comunidades de plantas.

Pero se pueden encontrar igualmente grupos de asociaciones en una misma pradera, en un seto o en un foso. Las comunidades o asociaciones de plantas se caracterizan por su aspecto exterior y también por las especies que las componen.

Además es interesante observar que ciertas comunidades se reparten en capas o pisos, lo cual puede ser fácilmente verificado en el bosque: en el piso superior se encuentra la copa de los árboles, agitada por el viento; más abajo los matorrales, donde resuenan los trinos de los pájaros; más abajo todavía, las hierbas, y finalmente el musgo, donde viven las hormigas y los coleópteros. El lector que quiera observar el bosque con atención, fácilmente descubrirá los pisos que acabamos de citar.